miércoles, 27 de julio de 2016

Parador de la conciencia, Aquí inicia mi participación.

Por Nancy Casanova López





Construido en 1985, el monumento al Pescador es una estatua que representa a un pescador al momento de recoger sus redes. Está colocada en un montículo de piedra construido en el interior de la Bahía de Chetumal, junto al Boulevard Bahía acompañado por una fuente. Esta representación ha sido una de las más emblemáticas de la ciudad, pues da una muestra de una de las actividades sociales, comerciales y de recreación más practicadas por la sociedad chetumaleña.
Desde hace más de 25 años; lugareños, turistas nacionales y extranjeros han acostumbrado pasear por el malecón del Boulevard Bahía. Conviviendo entre familiares y amigos, comprando comida y bebidas locales para hacer más amena su tarde; compartiendo momentos memorables a las orillas de la bahía, mientras contemplan el atardecer magistral, es como los visitantes y lugareños de esta hermosa ciudad dan inicio a una agradable noche. Esta costumbre se ha ido renovando y reforzando a lo largo de los años, en donde padres e hijos, amigos y conocidos, parejas enamoradas y uno que otro personaje enfiestado circulan de tarde y noche por la extensión del boulevard; sin embargo, desde su remodelación en el 2014, el nuevo parador turístico y fotográfico de la fuente del pescador se ha convertido uno de los espacios de convivencia familiar de en la ciudad.



De acuerdo con la información publicada en la página oficial del ayuntamiento de Othón P. Blanco, el presidente municipal Eduardo Espinosa Abuxapqui dijo, en el marco de la inauguración de la nueva imagen de la fuente del pescador en el 2014, que “Esta remodelación ha logrado embellecer aún más este espacio y le ha dado los elementos para ser un símbolo aún más fuerte, un punto donde recordar que aquí, a la orilla de esta bahía, comienza México, aquí nace la Patria, la nuestra, caribeña, fluvial y marítima, indígena también por nuestra fuerte raíz maya y multicultural, por las continuas migraciones que recibimos de Centroamérica y de todo México”.

No sólo se ha convertido en un espacio de recreación y convivencia, sino también en un espacio de actividad física, en donde cada mañana y cada tarde centenares de personas circulan en este parador haciendo ejercicio. Ya sea patinando, montando bicicleta, caminando o corriendo; la fuente del pescador se ha convertido en un punto más de acondicionamiento físico, por lo que es muy común encontrarse con botellas de agua, bebidas energizantes y una que otra prenda deportiva olvidada en los alrededores de esta estructura.

Pero esta elección trajo consigo un problema que a diario se vive después de que las visitas se terminan; el abandono de la basura en lugares que no deberían. Es sabido que una población no logra ser cien por ciento participativa, y muchas veces el desinterés por conservar limpio un lugar es lo que hace que las personas no cuiden como debería ser un espacio en el cual, aun así se sigue asistiendo. Aun cuando cerca del mirador turístico estén colocados cerca de diez contenedores de basura; parece ser que estos no son suficientes para cubrir la demanda de basura que se produce día con día en este centro turístico de la ciudad.

El parador turístico de la fuente del Pescador se encuentra ubicada a pocos kilómetros de la desembocadura del Rio Hondo, el cual es una de las principales fuentes de alimentación para el desarrollo del ganado y cultivos de las poblaciones agrícolas aledañas a la ciudad de Chetumal. De acuerdo a un estudio realizado en el  2014 por Teresa Álvarez Legorreta, quien es investigadora del Colegio de la Frontera Sur, se detectó la presencia de contaminantes por aguas residuales, herbicidas y plaguicidas, tanto en la Ribera del Río Hondo como en la Bahía de Chetumal, esta contaminación es resultante de las actividades de los habitantes cercanos al río y a la ciudad. Las aguas residuales y desechos sólidos; los procesos de combustión de gasolina, leña y la producción de azúcar; el uso de lanchas con motor, la filtración de agua en fosas sépticas y rellenos sanitarios; el transporte atmosférico de plaguicidas, el uso de agroquímicos en cultivos de las ribera del río Hondo son solo algunos de los factores cotidianos que contribuyen a la contaminación de las aguas de la Bahía de Chetumal.

Si a todo esto se le suma el desinterés por conservar limpios los espacios turísticos en los que se acostumbra a interactuar, estaremos enfrentando un problema social que no logrará ser erradicado. Es por eso que la sociedad misma debe de iniciar a ser más participativos en la conservación de estos lugares; no sólo es una responsabilidad que las autoridades locales y estatales deben de cumplir, sino también es una responsabilidad ya obligada para todas las personas que visitan estos lugares así como también de las personas que recurren a usar un espacio para colocar sus puestos de venta.

Este nuevo lugar emblemático de la ciudad, no solo se ha renovado como punto de encuentro para las familias, sino también para distintos eventos culturales y sociales, en los que decenas de personas se reúnen y participan en ellos; esto conlleva a que se creen nuevas cantidades de basura; las cuales se ven desechadas en las orillas de este parador.
Diariamente las brigadas de limpieza recolectan y barren el área del mirador turístico, resulta cansado para estas personas encontrarse con los restos dejados atrás por las visitas en el lugar. Las personas que integran estas brigadas de limpieza han sido testigos de la falta de participación ciudadana entorno a la limpieza y colocación de la basura en los contenedores ubicados en el lugar; desechos de comida, platos desechables, vasos y botellas son los residuos que a diario son levantados de las banquetas, bordes y muchas veces sacados del agua por el personal de limpieza.
La presencia de las autoridades policiales se encuentra activa en la zona, pero las personas parecen no recordar que son ellos mismos los que deben de obligarse a acatar las reglas y normas de limpieza. Esto con el fin de que los mismos ciudadanos mantengan y coloquen la basura en su lugar; esto es en los contenedores y fuera de las banquetas y del agua.
Ahora es tiempo de que los ciudadanos y visitantes tomen conciencia de que es sus mismas acciones las cuales han contribuido aún más en la contaminación de los alrededores de este nuevo parador turístico. Actualmente se planea convertir este sitio de convivencia en un punto de realidad virtual, esto consiste en datos programados de monumentos y lugares turísticos que podrán mostrarse en dispositivos móviles; de esta manera se podrán conocer los lugares y asi poder incentivar más al turismo a visitarlos. Esto ayudará a que Chetumal se dé a conocer más en el ámbito turístico; por lo que es turno de los habitantes de la ciudad de conservar y cuidar este tipo de áreas y monumentos representativos de nuestra cultura. 



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