Por: Nancy Casanova López
Al formar parte de un grupo tenemos la obligación moral de
hacer valer y respetar las opiniones, creencias y valores de todas las personas
que integren ese grupo; lo que nos convierte en seres éticos por naturaleza e
integración. Esto se vuelve aún más imperativo cuando uno se especializa en
alguna profesión, lo cual nos hace más vulnerables a faltar a alguna regla de
ética en la sociedad.
Como periodistas tenemos la obligación de analizar con más seriedad
y tener más conciencia a la hora de elegir, investigar, redactar y publicar una
nota; tenemos que considerar todos los puntos qué estén a favor y en contra de
lo que se espera investigar, y debemos ser conscientes de que al publicar una
nota de la temática qué sea despertaremos diferentes reacciones en nuestro
público, por lo qué se debe de estar completamente seguro de lo que se quiere
informar; por consiguiente se tiene que investigar y buscar las fuentes de información
más confiables para así poder demostrar y compartir una información real y
fidedigna a la sociedad.
Hablando de las posibles temáticas más relevantes de las
que un periodista puede escribir, son sobre política y religión. Estas dos
temáticas siempre han despertado opiniones encontradas, no solo en la sociedad
sino también dentro de la organización interna de una sala de redacción en los
periódicos.
Escribir sobre algún suceso que tenga que ver con estos dos
temas siempre será un camino minado para un periodista, pues no solo tiene que
estudiar a la perfección el camino que seguirá en su investigación sino que
tiene que seleccionar a las personas que estarán implicadas en el proceso; esto
refiriéndose tanto a los implicados en investigación y redacción de la nota así
como también refiriéndose a los testigos principales y secundarios, a los datos
previamente expuestos en notas que estén relacionadas con la historia que se
busca crear, asi como también se debe seleccionar las instituciones que
ayudaran al proceso de investigación.
Esta búsqueda de información debe de ser de manera objetiva
y siempre respetando los límites establecidos en una sociedad. El ser transmisor
de información no quiere decir qué se está exento de los castigos merecidos por
quebrantar los códigos de ética. Para lograr un reconocimiento en el campo
periodístico se tiene que ser integro, confiable, responsable y por sobre todo,
contar con un alto grado de credibilidad. Estas son solo algunas de las características
necesarias para cumplir con lo esperado respecto a ser un periodista ético.
Tomando el ejemplo periodístico de investigación que se
muestra en la película “Todos los hombres del presidente” de Alan J. Pakula (1976), podemos observar como el equipo de
investigación va desarrollando todo el proceso de recolección de datos de una
manera intricada y tensa, debido a que el tema que estaban tratando tuvo que
ver con el caso Watergate en la década de los años 70’s. Este caso tuvo que ver
con el encubrimiento de un robo en las instalaciones del complejo de oficinas
Watergate, el cual fue sede del comité nacional del partido demócrata de los Estados
Unidos.
Esta investigación logro exponer el encubrimiento de este
hecho por parte del aquel entonces presidente, Richard Nixon y a su gabinete
presidencial, esto dio paso a una investigación más profunda donde se
descubrieron los malos manejos que esa administración realizo durante el
periodo del mandato de Nixon; asi como también se descubrieron distintas faltas
éticas cometidas por el presidente y su personal al mando.
Durante el transcurso de la película se puede apreciar como
los integrantes del grupo de investigación enfrentaban situaciones en las
cuales su ética profesional se veía comprometida por el mero hecho de obtener
un dato que los llevara más cerca de dar con la verdad en el asunto. También está
el hecho de que los periodistas se enfrentan continuamente a tener discusiones
con sus alternos y jefes por el contraste de opiniones que pueden surgir en una
investigación o tema que en el que estén trabajando; esto fue otro de los
aspectos que se vio en la historia.
Cuando se investiga siempre se corre el riesgo de que se den
situaciones de obstrucción, negación a participar por parte de los testigos,
amenazas por parte de personas que no quieren que dicha información sea
recabada e incluso se dan casos de soborno; como personas estamos tentados a
caer en la tentación de los sobornos monetarios o a sucumbir por miedo a las
amenazas recibidas, como periodista se debe de combatir estas trabas, ya que de
esto dependerá la credibilidad e integridad como periodista.
Aunque está claro que se tiene que ser consciente de que la
vida vale más que una nota periodística, el ejercer el periodismo ético también
implica el proteger la vida respecto a las consecuencias que pueda traer el
investigar. No quiere decir que el periodista se doblegue ante la represión de
información.
Otra de las adversidades que un periodista enfrenta es el
tratar con temas que vayan en contra de las creencias personales; en ciertos
casos, hay que enfrentarse a hechos que contradicen nuestra creencia y respeto
por cuestiones religiosas. Otro de los requisitos de un ser ético periodístico
es el ser imparcial, no dejar que nuestras creencias influyan a la hora de
investigar un hecho y de redactar una nota. Influir de manera errónea por tener
diferencias de opiniones es una falta al código ético de un periodista y por
consiguiente es una falta de respeto, no sólo a sus colegas sino también es una
falta de respeto al público, el cual espera que sus periodistas hablen siempre
con la verdad.
La película “En primera plana” de Tom McCarthy (2015) hace
una muestra de esta situación; en ella se cuenta la historia de un grupo de
periodistas del periódico Boston Globe, los cuales investigaron los casos de
abusos sexuales ocurridos en Boston por parte de varios sacerdotes de la
Iglesia Católica. En dicho proceso se puede apreciar como los integrantes de
este grupo enfrentaban distintos sentimientos y contradicciones conforme
obtenían la información necesaria para armar su caso y asi poder publicar un
nota, que no solo afectaría a un grupo de sacerdotes sino también traería
consecuencias a su periódico, a la comunidad católica, a sus lectores y a la
sociedad en general.
Como antes se mencionó, hay que ser plenamente conscientes de
las consecuencias que pueden traer consigo una investigación y publicación de
una nota periodística; una de las responsabilidades que tenemos como
periodistas es la de informar de manera precisa e imparcial, aun cuando sea
incierta la reacción producida por una noticia, se tiene que prevenir los
posibles escenarios que se puedan obtener.
Un periodistas no debe de ser presuntuoso ni dejarse llevar
por los impulsos de obtener más reconocimiento dentro de la comunidad
periodística, siempre debe de regirse por los valores éticos de la profesión y
respetar los valores de la sociedad, esto sin omitir la verdad dentro de una
noticia. La ética en la profesión debe de estar siempre presente y no debe de
verse influenciada por una contradicción personal o por alguna tentación; el
respeto no solo será por lo logros propios sino también será reflejado en los
miembros que conformen el equipo en el que se trabaja; por lo que un periodista
no debe de ser egoísta en prioridades y debe ser completamente ético en su
profesión.
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