miércoles, 10 de agosto de 2016

“La Ética y la Ley: ser bueno o ser malo”

Por: Nancy Casanova López 

Ser ético implica una gran responsabilidad como una persona que es integrante de una sociedad, para poder ser capaces de analizar nuestras acciones tenemos que ser éticos; diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal en nosotros como personas, en los individuos que nos rodean y en la sociedad a la que pertenecemos, es lo que hace a la ética una rama filosófica, la cual se integra a los momentos profesionales y personales de cada individuo.
Hay que comprender perfectamente el término “Ética” para que de esta manera se pueda descifrar como se aplicara para cada ámbito de nuestra vida. La Real Academia Española (RAE) define a la ética como el conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Derivada de la ética tenemos a la “ética profesional”, el cual es la encargada de la delimitación de todas y cada una de las pautas y valores en el desarrollo laboral; estos valores universales son los que se ven desarrollados en el entorno en el que dedicamos nuestra vida profesional.  Hay que ser conscientes de que aun cuando los valores son universales, algunos difieren dependiendo la actividad laboral que se realice.
Como aspirantes a periodistas estamos aún más comprometidos a ser personas íntegramente éticos, ya que tenemos una responsabilidad más arraigada para con la sociedad. Deborah Potter nos dice en su libro “Manual de Periodismo Independiente”, que la responsabilidad fundamental de los periodistas en una sociedad libre es informar, comunicar las noticias con precisión e imparcialidad, es decir, ejercer el periodismo ético. Desarrollar la técnica del periodismo ético consiste más que nada en compartir la información confiable, fidedigna y real de un hecho del cual se esté informando; esto con el fin de crear y fomentar la credibilidad del mismo periodista.
Como en toda profesión, el periodista se enfrenta a problemas éticos en el desarrollo de su carrera; estos problemas van desde bloqueos informativos por diferencias culturales o de pensamiento hasta la tentación de robar información previamente publicada por otra persona; estos dilemas éticos, como Deborah Potter los cataloga, son atendidos desde lo más alto de la jerarquía en una sala de redacción: cada vez que se presenta un predicamento o un dilema, uno de los altos dirigentes decide qué se debe hacer; por lo que en esta decisión recae completamente la integridad y honestidad de un grupo periodístico el cual debe de verse regido por un código de ética.
Claude-Jean Bertrand, profesor del Instituto de la Prensa Francesa en la Universidad de París, afirma que el código de ética contiene los valores fundamentales como el respeto a la vida y a la solidaridad humana; las prohibiciones fundamentales tales como el no mentir, no causar daño innecesario ni de adueñarse de la propiedad de otra persona; y por último, los principios periodísticos como la precisión, imparcialidad e independencia; mismos que deben ser de carácter voluntario, pero que deben de acatarse para el bien común tanto de los informantes como de los que reciben la información.
Junto a los códigos de ética podemos encontrar a los códigos de conducta, en el caso de los periodistas estos códigos les señalan las acciones o las actividades que pueden realizar en el cumplimiento de informar un hecho, pero también señalan las conductas que están totalmente prohibidas para un periodista. Estas acciones están condicionadas a la aprobación de la direcciones de una sala de prensa, misma que hará valer los códigos de conducta y de ética para que la imagen general de sus periodistas no se vea afectada por acciones incorrectas a la hora de informar.
Su principal objetivo es proteger la credibilidad del reportero, de la sala de prensa o periódico al que pertenezca y del mismo gremio comunicativo; Estos códigos de conducta difieren dependiendo de los estatutos marcados en las diferentes ramas de la comunicación asi como también pueden diferir dependiendo del medio de comunicación.
La toma de decisiones de un medio periodístico siempre se verá influenciado por las normas de la comunidad a la cual estén dirigidos; un medio de comunicación debe siempre tomar en cuenta la opinión de su público, respetar sus valores y costumbres; y por sobre todo, cuidar la manera y tono en el cual expresa sus palabras.
Otros de los valores que se tienen que tomar en consideración para poder ser un buen periodista son el respeto, la tolerancia y la imparcialidad; mismos que a la hora de redactar una nota deben verse reflejados para que asi no se cometa alguna falta hacia la comunidad. El jefe en turno del medio de comunicación será el encargado de reforzar el contexto de la información proporcionada al público mediante un nota, en la que se explique más a fondo el contexto de la historia; esto se realiza cuando se genera alguna inconformidad por parte de la ciudadanía.
El artículo 19 de la Carta de las Naciones Unidas, que dice así que “toda persona tiene derecho de opinar y expresarse libremente; ese derecho incluye la libertad de exponer sus opiniones sin intromisiones y buscar, recibir e impartir información e ideas en cualquier medio disponible y sin considerar las fronteras.”. Aun cuando se crea que se es libre de expresar una opinión respecto a un tema o de informar libremente sobre un suceso, se tiene la obligación tanto moral como legal de respetar todos y cada uno de los términos legales impuestos por una ciudad, estado, país o nación.

Las leyes de información y de libre prensa llegan a diferir de un país a otro, por lo cual hay que ser congruentes a la hora de traspasar las fronteras informativas, esto con el fin de respetar a todas las comunidades sociales que reciben información. Ser periodista implica más que solo informar, hay que ser comprensivos, realistas, objetivos, respetuosos, cordiales, íntegros, y ser capaces de transmitir no solo la información sino también de transmitir una imagen a nuestro receptor. 

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