Por:
Yaneri Llanes Ulloa
La
responsabilidad de los periodistas es informar, pero para poder informar
primero se debe realizar una investigación para que se tenga la seguridad de
que esa información es cierta, para no haya ningún tipo de problema más
adelante.
Existen
periodistas que no tienen ética profesional, por lo tanto no les importa si la
información que brindan es cierta, lo único que les importa es cobrar un sueldo
o mucho peor cobrar dinero mal habido por publicar o sacar al aire notas que no
son ciertas.
El
público tiene derecho a recibir información verdadera, por lo tanto se
necesitan más periodistas que estén comprometidos con su profesión, periodistas
que les importe ir tras la nota y no esperar a que ella venga sola, cada
periodista debe salir a la calle a investigar para traer información verídica.
En
el manual de periodismo de Deborah Potter, podemos encontrar lo siguiente, que
nos habla de lo que los periodistas no deben hacer: Los periodistas éticos no ponen
sus palabras en labios de otras personas ni simulan haber estado presentes si
no lo estaban. Además, no presentan el trabajo de otros como si fuera suyo. Las
falacias y los plagios son violaciones de las normas periodísticas básicas en
todo el mundo. Sin embargo no todas las transgresiones son tan evidentes.
Si
algún periodista utiliza información de otras personas lo normal sería que le
de créditos a la persona que si investigo o por lo menos debería de dar las
fuentes en las cuales tomo aquella información.
Cada
periodista, tiene una responsabilidad con sus oyentes o lectores, ya que es el
único que sabe que no debe fallarles y que ellos deben recibir información real
todos los días de lo que pasa alrededor del mundo o hasta del mismo lugar en
donde viven, los periodistas no deben dejar que otras personas decidan por
ellos, ya que deben de pensar primero, que ellos eligieron ese trabajo para
informar y no para mentirle a la sociedad.
En
ocasiones, los periodistas se topan con información la cual no debe salir a la
luz ya que puede afectar a ciertas personas, en cambio existen periodistas que
ese tipo de información la omiten ya que piensan primero en su ética
profesional y en los valores morales que tienen como persona.
Pero
al toparse con cierta cantidad de dinero, sus valores morales pueden cambiar y
les deja de importar si afectan a alguien o no, y eligen la opción del dinero
fácil o como dicen algunos eligen el famoso “chayote” que es recibir dinero con
tal de no sacar información que puede afectar a personas importantes, como
políticos, presidentes y hasta gobernadores.
En
el manual de Deborah Potter, podemos encontrar que las asociaciones y
federaciones tienen establecidos códigos de ética para sus miembros como una
guía de trabajo, los cuales pueden abarcan desde plagio hasta la privacidad y
desde las rectificaciones hasta la confidencialidad, afirma que la mayoría de
ellos contienen tres elementos básicos: Valores fundamentales, prohibiciones
fundamentales y principios periodísticos.
En el caso de que los
periodistas no cumplan con los códigos de ética que les han sido marcados,
ellos podrían perder su trabajo ya que a las empresas no les conviene quedar
mal por un periodista que no respeta las normas que se le han marcado.
Además de los códigos
éticos, también podemos encontrar que existen códigos de conducta los cuales se
esperan que los periodistas respeten, según Deborah Potter comenta que muchas
organizaciones de noticias limitan lo que los periodistas pueden hacer dentro y
fuera de su trabajo. El principal propósito de dichas organizaciones es
proteger su credibilidad ante el público.
Por lo tanto, si una persona
quiere dedicarte al oficio del periodismo, primero debe de pensar en qué tipo
de periodista quiere ser, si elige el de ser periodista que comunica con la
verdad o si quiere ser de los que solo reciben un pago y no les importa ni
informar ni servir a la sociedad.
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