lunes, 8 de agosto de 2016

Foto Reportaje  Rodríguez Cruz Julio.
LA BAHÍA DE CHETUMAL, UN TESORO OLVIDADO

La puerta hacia el mar Caribe se localiza en la capital del estado de Quintana Roo, donde la naturaleza le ha cedido una bahía a la ciudad Chetumal
 que colinda al sur de la península de Yucatán. Los ciudadanos chetumaleños que tuvieron la dicha de haber conocido “las puertas hacia el mar caribe” hace más de 50 años atrás, logran recordar aguas claras o cristalinas y mayor vida animal marítima que adornaban las costas de la bella capital.
Durante años los chetumaleños han tomado como costumbre ir a visitar las zonas colindantes a la bahía, ya sea para pasar un rato agradable en familia, disfrutar del aire, realizar algún deporte o por cualquier otro motivo. Estos ciudadanos son los que han presenciado con el paso del tiempo los  cambios en las tonalidades por los que ha pasado el agua.
 Tanto antiguos como nuevos espectadores quienes son originarios de la capital  se han percatado cómo parte de la fauna ha ido desapareciendo, primero fueron la escasez de peces cada vez los pescadores tenían que alejarse más y más de las orillas. A su vez también mencionan sobre la abundancia de congresos que había en su localidad los cuales fueron disminuyendo. Normalmente la gente chetumaleña acostumbraba salir a comprar por las mañanas, aproximadamente a las 6am., pescados en la bahía recién atrapados pero, de un tiempo para otro eso, ya no sucedía. Incluso era muy barato comprar docena o media docena de pescados por lo que los pescadores pasaban en las casas más cercanas a vender. No eran los únicos que se dedicaban a la venta, de pronto también disminuyeron estas personas que se dedicaban a comerciar mariscos, esto por mencionar algunos de los recuerdos que guardan los ciudadanos ya sea porque lo presenciaron o escucharon de generación a generación. 

En la última década se tiene información registrada con exactitud del día miércoles 19 de Febrero de 2014, donde fue  hallado un manatí adulto con avanzado estado de descomposición, la causa de la muerte fue porque se había ahogado por quedar atrapado en las redes que utilizan los pescadores, asimismo, al principio de este año fue localizado en la zona del bulevar Bahía, un delfín macho con más de una semana de haber fallecido obviamente en un estado de descomposición avanzada, estos son indicadores graves de sobre como la contaminación del agua ha ido matando la vida marítima.
La relevancia de tomar el tema se debe a que la problemática no está siendo atendida, y esto no  es que se deba a la falta de conocimiento del  estado en el que  se encuentra actualmente la Bahía. La problemática no ha sido abordada de forma responsable debido a la falta de interés por los propios ciudadanos al tener hábitos y/o costumbre de usar como un espacio de fiestas las orillas de la Bahía. El problema no es la convivencia el problema comienza con las conductas poco higiénicas que van desde arrojar botellas, bolsas,  plásticas, cartones entre otras cosas. A veces lo hacen con plena intención y conciencia al arrojarlas directamente al mar y otras veces la dirección del viento acerca todos estos productos a las aguas. La situación no sólo queda en la imprudencia de estos jóvenes, esta situación también recae en los asentamientos que ofrecen comidas en este caso los restaurantes que no están a más de 10 metros de la Bahía. Incluso sus desagües se dirigen a la bahía echando año con año detergentes, cloro, ácido y cualquier otro tipo de productos de limpieza que se utiliza, aunando a todo ello  aquellos desechos que llegan de la ciudad con destino hacia la Bahía.
Ahora bien si la falla es de  los ciudadanos la pregunta sería ¿en dónde se encuentran todas esas autoridades y asociaciones que se encargan de proteger el equilibrio ecológico o las leyes que protegen o controlan la contaminación? Ambas partes son responsables de trabajar en conjunto tanto ciudadanos como autoridades con el fin de mantener un balance o mejorar la zona.
 Las autoridades pertinentes  por su parte infieren que no hay interés de la población y esto sólo agrava la situación, ya que la Bahía no es lo que era antes y con la forma en la que se intenta solucionar la situación, no cambiará el resultado. Incluso podría empeorar las consecuencias, ya que años atrás se podía ver gente ingresar a la Bahía y no se tenía el temor de sufrir algún tipo de infección ya que el agua aún estaba limpia.
 Hoy en día nadie ingresa a bañarse ya que los niveles de contaminación son muy altos ya que en la Bahía se descargan aguas residuales necesita valorar al tesoro olvidado.
En ocasiones cuando el viento está muy fuerte o hace mucho calor se hace mayor un olor desagradable que emite el agua de la bahía. Y esto solo es otra consecuencia de la contaminación. Otras de la forma que tiene la naturaleza de expresar su inconformidad por la forma en la que es tratada e indiferencia con la que es tratada.
A su vez el desaparecimiento de gran parte de los manglares afecta la fauna marina, puesto que sus raíces que se encuentran sumergidas en la Bahía proveen el refugio para una rica fauna de peces, mamíferos e  invertebrados. Aun conociendo todos los beneficios el 75% de los mangles han sido destruidos, todo esto según los datos recabados por CAPA (Agua Potable y Alcantarillado de Quintana Roo). Y los que quedan están en peligro de desaparecer por lo que el exceso de contaminantes extermino algunos manglares, y a su vez las construcciones terminaron por destruir grandes cantidades de estos ejemplares.
Por lo tanto, la destrucción de los manglares ha acelerado los niveles de contaminación en el agua de la Bahía de Chetumal, afectando tanto la fauna como el aire e ingresos económicos, así mismo la contaminación ha destruido zonas de manglar.
Es por ello la necesidad de la ciudadanía chetumaleña aprender a valorar ese tesoro olvidado que se encuentra en frente y no logran ver. Para que la Bahía de Chetumal se recupere depende de todos los ciudadanos, lo cual pertenece a una responsabilidad social.


No hay comentarios:

Publicar un comentario